30 de octubre de 2013

LA PRIMERA NOTICIA

La acondroplasia se puede detectar previa al nacimiento, generalmente a partir de la 25 semana de embarazo, el ecografista ya puede notar una desproporción en el crecimiento de los huesos largos, sobre todo el fémur, con respecto al crecimiento cefálico y abdominal. Es ahí cuando suele advertirse a los padres que existe una complicación y de debe seguirse un control ecográfico hasta el nacimiento.


El diagnostico final se consigue después de nacido el niño, mediante pruebas genéticas o radiografías que determinan ciertas características óseas comunes a estos casos.

Todo esto a nivel medico, pero que sucede a nivel emocional....

Siempre la noticia de que un hijo llega con otra condición por decir "diferente" a lo que esperaban, es un impacto grande. 
Las reacciones suelen ser variadas, pero en todos los casos ambos padres pasaran por un proceso de duelo. Entiendase por duelo las fases que una persona pasa para llegar a aceptar que perdió algo, en este caso, la perdida es a nivel "imaginativo" por decirlo de algún modo, ya que muchas veces los padres fantaseamos con las características de ese hijo por venir.
Pero la falta de aceptación a veces esta ligada a la falta de información o a la sobre información brindada por paginas de internet, ya que explican una enorme cantidad de características, casi todas desalentadoras y atormentadoras para los padres.
Cierto es que algunas características tienen fundamentos y son comunes a casi todas las personas con acondroplasia y deben ser controladas por médicos, pero también es cierto que no pueden englobarse todos los casos en un resumen. 
Es importante que los padres tomen contacto con gente que a pasado por lo mismo y puedan brindarles información a cerca de médicos que tengan experiencia en el tema.
Y ante todo, los padres deben saber que son niños activos, inquietos, dulces, etc. igual que cualquier otro niño.



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